En su primer periodo como Jefe Delegacional de Cuajimalpa, una posición a la que llegó luego de abandonar el PRD y ser recibido por el PRI, Adrián Rubalcava empleó recursos públicos para contratar a un empleado de Televisa que operaba una red, aparentemente sin conocimiento de la televisora, para atacar y amenazar a medios, periodistas y rivales políticos.
SinEmbargo dio a conocer en agosto de 2015, una investigación con base a un expediente de la la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión por la denuncia interpuesta debido a los ataques que recibieron varios directivos a finales de 2014.
Con motivo de la reciente designación de Rubalcava en el Metro de la Ciudad de México se reconstruye su papel en esta trama.
Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).– “Para mí es muy importante que, güey, que ya no siga cayendo la imagen del Presidente [Enrique Peña Nieto]. Nos va arrastrar cabrón, güey. Cabrón. Hay un chingo de gente que se quiere sumar. Hay que sumarlos a la verga y ya. Después vemos cómo les cumplimos. Si es que se les puede cumplir. El pedo es ganar”, expresó Adrián Rubalcava, entonces aspirante a la Asamblea Legislativa del DF, a una semana de la elección del 7 de junio de 2015.
Las palabras las compartió Adrián Rubalcava —actual director del Metro y quien hoy se muestra como un aliado de la 4T— con Miguel Ángel Salazar Martínez, quien gobernó Cuajimalpa luego de que Rubalcava lo hiciera, una gestión en la que se que usó funcionarios y recursos públicos para financiar una red de acoso a medios, periodistas y políticos incluso de su mismo partido, para la cual pagó a un empleado de Televisa que orquestó la campaña desde las oficinas de la televisor. En este esquema también se contrataron los servicios de Danna Vázquez, una representante de artistas como Belinda.
Esta red fue descubierta como parte de una denuncia que recibió en 2025 la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) que la turnó por oficio a la Unidad Científica de la Policía Federal. Las investigaciones que se realizaron requirieron la autorización de un juez federal para intervenir teléfonos y correos electrónicos. Lo que se encontró fue un pozo lleno de alacranes cuyo principal involucrado fue Adrián Rubalcava Suárez, quien se consideraba a sí mismo ahijado político del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.

La Unidad Científica identificó a Juan Carlos Zaragoza Ríos, un empleado de Televisa que presumía tener acceso a cuentas como la de Joaquín López Dóriga para emplearlas en esta red, y quien fue despedido una vez que se ventiló la operación de guerra sucia. Él se hacía llamar “El Lobo de Wall Street” y falsificaba la identidad jurídica de Google. Como parte de su rol se sabe que sobornó mediante un abogado a una agente de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) para entorpecer las investigaciones sobre el acoso a medios y periodistas.
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Fuente: Sin Embargo