Estamos en los días de mayor definición sobre el futuro de Quintana Roo.
Cuatro días, del 10 al 13 de este mes, de negociaciones y acuerdos, de decisiones personales y de grupo, de revisar bien con que se cuenta y con que no y cuáles son los riesgos dispuestos a correr.
Una vez que se dio a conocer la Convocatoria de MORENA este lunes, el principal reto de ese partido es mantener el control hacia adentro, impedir la ruptura, contener el caos durante los próximos tres meses, porque son tiempos de disputa, está en juego una gubernatura, si partimos de la base de que MORENA tiene los mejores números en las encuestas y se ha dicho hasta el cansancio que “gana con cualquiera”.
Así que la agenda estos cuatro días está en la capital del país. Las reuniones y negociaciones se están dando ya.
En este primer día, hasta este momento, ninguno de los 5 aspirantes se ha registrado.
La convocatoria es demasiado abierta, inscribirse es de lo más sencillo en línea, no habrá asambleas presenciales. Es decir, será una elección virtual. También es muy abierta en otro sentido: dice que en caso de mucha participación, el partido reducirá a cuatro participantes, dos mujeres y dos hombres, aunque no precisa cómo ocurrirá esto. Dice que podrán hacerse encuestas, que pueden servir para normar criterio, como una herramienta de medición, pero la decisión la tiene el Comité Ejecutivo Nacional, con decisión inapelable.
Prevé también la aprobación de un registro único, es decir abre la posibilidad a una candidatura de unidad.
Así el proceso interno de MORENA, en papel.
Si añadimos el factor humano, las reacciones y ambiciones, entonces podemos decir que este juego 2022 vuelve a generar tensión en el partido guinda y entre los 5 aspirantes que han alzado la mano, más los intereses no morenistas que también influyen en la elección en Quintana Roo.
Una salida de alguna o varias de las personas que aspiran representará una escisión. Quizás por eso esta misma semana se nombró un nuevo delegado del CEN Luis Fernando Salazar, muy cercano al poder central.
El partido no ha construido una poderosa estructura electoral, ni estatal ni municipal. Ni hay una militancia robustecida. Así que en organización y resultados ha dependido más del arrastre de sus figuras destacadas y del mismísimo presidente. Así que si algunas de estas figuras salen inconformes por el proceso de selección, los márgenes pueden ser mucho menores a los esperados.
Cuestionemos: ¿Quiénes se registrarán a partir de hoy? ¿Se negocia una candidatura de unidad ahora mismo con los aspirantes en la Ciudad de México para Rafael Marín Mollinedo, fundador de MORENA, que podría sumar a todas y todos? ¿Mara y el partido Verde lo apoyarían? total ya tienen el municipio Benito Juárez que no es cosa menor ¿Estarán dispuestos a hacer frente a los señalamientos y expedientes legales sobre irregularidades, corrupción y violencia? O ¿influirá más la necesidad de los votos de 43 diputados federales verdes en la Cámara de Diputados para sacar adelante las propuestas de la 4T? ¿Marybel, con sus 400 mil votos que obtuvo como Senadora en 2018, se queda en Morena o se lanza por otra coalición? ¿El Dr. Pech y Luis Alegre confiarán y participaran en el proceso interno o se sumarán a otro aspirante?.
La convocatoria marca un tiempo sin prisa: hasta el 22 de febrero para definir la candidatura.
Hay un candado impresionante, que no muchos hemos analizado, pero es determinante: la ley electoral artículo 268 señala que quien participe en un proceso interno ya no podrá ser candidata o candidato de otro partido político. Lo que significa que quien se inscriba ahora, gane o pierda, cierra sus posibilidades.
Estamos en los días de mayor definición sobre el futuro de Quintana Roo.
Estos cuatro días, son de negociaciones y acuerdos, de decisiones personales y de grupo, de revisar bien con que se cuenta y con que no y cuáles son los riesgos dispuestos a correr.
