“El gobierno ya sabía que iba a pasar esto”, dice el señor Mario Romero, habitante de la colonia Culturas de México en el municipio de Chalco, Estado de México, donde desde hace 22 días están bajo aguas negras tras la caída de las recientes lluvias pero sobre todo por el colapso del sistema de drenaje. Los vecinos de al menos 13 colonias tienen afectaciones graves en sus casas, ya perdieron muebles, electrodomésticos y decenas de artículos personales que quedaron en el agua, otros más ya no tienen trabajo y también han aumentado las enfermedades intestinales.
Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).- El colapso del sistema de drenaje en colonias del municipio de Chalco, Estado de México, y las inundaciones de aguas negras que esto ha ocasionado es una crisis anunciada no atendida desde, al menos, 14 años atrás. Los habitantes de colonias como Culturas de México llevan 22 días viviendo tragedia tras tragedia, mientras la ayuda gubernamental llega a cuentagotas.
En las calles trabajan elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Coordinación Nacional de Protección Civil y diferentes áreas de gobierno estatal y municipal; entregan despensas en balsas, transportan a los habitantes por los calles de aguas negras estancadas, reparten medicina y también vacunan a la población contra el neumococo, la hepatitis y el tétanos. Hay otra caravana para atender a perros y gatos, y llenan gratis garrafones con agua potable. Pese a todo, el agua llega hasta la cocina de las casas y no hay fecha para que la situación se resuelva.
Mario Romero Carmona vive en la calle Mayas, a 10 minutos de la cabecera municipal de Chalco. Es mecánico, tiene su taller en el patio de su casa, pero desde hace tres semanas no ha podido trabajar porque el agua no cede. Su cisterna está llena de aguas negras, sus muebles, los que alcanzó a rescatar, están colocados arriba de ladrillos pero sin duda alguna ya perdió la mitad de su patrimonio. Su esposa e hija tuvieron que pedir asilo con familiares y él permanece en su casa, junto a su perrito, como velador porque asegura que pese a las condiciones han habido robos en las casas dañadas.
“Soy uno de tantos damnificados. Desafortunadamente me tocó, cuando en realidad el Gobierno ya sabía que iba a pasar esto, aunque no culpo del todo al Gobierno porque somos el 50 por ciento tanto sociedad como el 50 por ciento del municipio, hay que ser honestos, hay mucha gente descuidada que tira basura y en parte ese es el problema”, el señor Mario señaló que su esposa tiene diabetes y no podía vivir bajo las condiciones actuales y que él, pese a tener problemas de columna, se queda en su casa porque “un buen marinero, hasta que el timón me aviente y se hunda el barco”.
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Fuente: Sin Embargo