
Aislado en «El Hoyo», García Luna sufre condiciones que van desde la falta de interacción humana hasta la restricción de visitas y llamadas, según su defensa legal.
Los Ángeles, 14 de marzo (LaOpinión).- Dos meses después de ser condenado a 38 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico, Genaro García Luna fue trasladado al Centro Federal de Transferencia (FTC) en Oklahoma y, posteriormente, a la prisión de alta seguridad USP Lee, en Virginia.
En ambos centros penitenciarios, fue colocado en una Unidad Especial de Albergue (SHU), donde permanece a la fecha, a pesar de no tener ningún registro de infracciones.
Durante su reclusión, se le ha prohibido ver a su familia, lo cual había sido parte de las condiciones de su traslado. La defensa del exfuncionario mexicano presentó una queja ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito debido a esta restricción.
García Luna fue ingresado en la Unidad Especial de Albergue (SHU), una zona de aislamiento extremo, en diciembre de 2024. En esta área, los prisioneros tienen mínima o ninguna interacción con otros internos ni con el personal de seguridad. Además, se les impide acceder al correo y se restringen las llamadas telefónicas, incluidas las realizadas por su defensa legal.
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Fuente: Sin Embargo