September Vélez denunció públicamente por intento de feminicidio a su exesposo, un médico prestigiado del Hospital Ángeles.
Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).- September Vélez, una nutrióloga de 26 años de edad se vio obligada a denunciar en redes sociales a su exesposo, de 54 años, el médico Armando Sigala Cervantes, por intento de feminicidio y por haber sustraído a sus hijos con ayuda de una jueza, pese a que ella tiene la custodia.
La joven también dio a conocer en sus redes sociales que la Secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández, ya se puso en contacto con ella. September Vélez agradeció a las mujeres que le han mostrado su apoyo y señaló que sigue necesitando de ellas. “La lucha sigue”, escribió.
Y así es porque hay otras personas que la responsabilizan a ella de la golpiza que le propinó su expareja. Comencemos con la diferencia de edades de casi 30 años, algo que para muchas personas invalida todo lo que ella dice, pese a hechos tan contundentes como los que acabamos de observar en el video presentado al inicio de esta cápsula.
No se trata de la brecha generacional en abstracto, sino la edad que ella tenía cuando comenzó la relación. No es que ella fuera una mujer de 35 años, por ejemplo. No, ella era una adolescente de 17 años. Es una situación asimétrica, a los 46 años él tenía poder, experiencia, reconocimiento, dinero.
Sin embargo, en el video de denuncia que subió a sus redes sociales le han dejado comentarios como este que dice: “Qué pretendía ella al pensar que estar con un hombre de 40 iban a estar las cosas bien”, otro hombre se tomó el tiempo, la electricidad y los datos de Internet para escribir :“una más que la vida llena de lujos le salió caro”
La nutriológa September Vélez denunció a su ex pareja, el cirujano Armando “S”, por intento de fem*nicidio y sustraer ilegalmente a sus hijos en Puebla. pic.twitter.com/ccclH7JQyi
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) May 28, 2025
En la lógica machista, hombres como Armando son dignos de admiración por la hazaña de “traer a una chavita”. Ellas, en cambio, son vistas como las interesadas. Si a eso le sumamos que los cuerpos de las mujeres jóvenes son vistos como seductores, y seducir y mujer no es un buen binomio, el resultado es que ella es la culpable o la responsable. Mientras a ellos se le celebra la virilidad, a ellas se le atribuye la manipulación o el interés.
Ahora, la violencia muchas veces, desde una visión clasista y racista, se le asocia con la pobreza, o incluso con lo campesino o indígena. Armando Sigala Cervantes es un médico que ha ocupado altos puestos en el Hospital Ángeles Puebla, uno de los sanatorios privados más exclusivos de México.
El poder económico de hombres como él, su reputación y su red de contactos impiden que sus víctimas denuncien. Probablemente las parejas o exparejas de ese tipo de hombres no están en la situación de muchas mujeres empobrecidas y tengan más herramientas para defenderse, pero definitivamente también se encuentran ante desventajas en el sistema de justicia. Esto empeora cuando son madres y existen amenazas de perder a sus hijos.
El Hospital Ángeles Puebla anunció la suspensión inmediata y preventiva de Armando Sigala Cervantes. No lo despidió.
Mientras mujeres como September se atreven a denunciar, siempre hay gente así, como Armando, que usa su poder para controlar. Y gente que ve poder donde hay abuso, y culpa donde debería haber justicia.

Fuente: Sin Embargo