Las conclusiones preliminares de la Comisión Especial para el Estudio y Propuestas de Cambio, creada por el Consejo Nacional del PAN y a las que tuvo acceso SinEmbargo, admiten la crisis interna por la contundente derrota, pero omite las responsabilidades de la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, de candidatos como Xóchitl Gálvez y de los grupos que controlan a este partido y que ahora buscan imponer a Jorge Romero Herrera, jefe del Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México.
Ciudad de México, 3 de noviembre (Sin Embargo).- La debacle electoral del Partido Acción Nacional (PAN) el 2 de junio fue también una “derrota cultural” ante la izquierda como consecuencia de su mezquindad, simulación, desorden y crisis de identidad, así como la corrupción y traición de militantes, reconoce la comisión oficial de análisis sobre la elección de 2024, que propone una nueva narrativa, asesorada entre otros por el historiador Enrique Krauze, que incluye “divorciarse” del PRI y asumirse como “la resistencia” ante la Cuarta Transformación.
Las conclusiones preliminares de la Comisión Especial para el Estudio y Propuestas de Cambio, creada por el Consejo Nacional del PAN y a las que tuvo acceso SinEmbargo, admiten la crisis interna por la contundente derrota, pero omite las responsabilidades de la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, de candidatos como Xóchitl Gálvez y de los grupos que controlan a este partido —“este ejercicio busca encontrar soluciones, no culpables”—, que son los mismos que perfilan la imposición como presidente, en la elección del 10 de noviembre, a Jorge Romero Herrera, jefe del Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México.
Con una rival testimonial, la tlaxcalteca Adriana Dávila, Romero Herrera encabeza una planilla integrada por candidatos que fueron derrotados en las elecciones de junio, como Santiago Taboada (Ciudad de México), Eduardo Rivera Pérez (Puebla) y Hernán Barrera (Yucatán), pero que pertenecen a las facciones hegemónicas que lidera Santiago Creel, mentor político también de Cortés y del presidente la comisión de análisis sobre la debacle del PAN, Julio Castillo López.
Aunque el documento de esta comisión describe un sombrío panorama del PAN, cuyo derrumbe electoral admite que “inició y ha sido permanente desde el 2003”, Castillo López —hijo del prócer Carlos Castillo Peraza que murió tras renunciar a ese partido— minimiza la crisis y ve un futuro promisorio con la implementación del plan que propondrá la comisión que preside, ajena a la elección de noviembre.
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Fuente: Sin Embargo