1.- Caracol en finas tiras, cubos de mero
Pan color guinda en Quintana Roo
Las últimas semanas han sido de coraje, análisis y señalamientos dentro del Partido Acción Nacional (PAN). La principal cúpula panista en México encabezada por Marko Cortés ha encontrado más que grietas y fisuras dentro del pasado proceso electoral.
Si bien el discurso a nivel nacional es que la alianza PAN-PRD-PRI logró mermar las fuerzas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a nivel interno la palabra toma otro significado dentro de los panistas
Y dentro de ese significado Quintana Roo entra en la discusión. En el panismo nacional han tomado ya la versión de que el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, trabaja para entregar la entidad a Morena sin ningún tipo de oposición.
Esta versión sale de dos hechos que han quedado marcados tras los pasados comicios electorales y en donde el nombre de Andrés López Beltrán (hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador), es reconocido como uno los principales operadores políticos de la “4T” en Quintana Roo.
Incluso, la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés sostiene que Carlos Joaquín González y Andrés López Beltrán ya han trazado la ruta de entrega de estafeta con el cambio del poder, algo que se califica como contrasentido si se considera que el gobernador quintanarroense es quien preside la asociación de gobernadores panistas a nivel nacional.
Qué sabemos:
El primer hecho en torno a la versión de entrega del estado, proviene directamente desde el panismo estatal y sellada por los labios tanto de Eduardo Martínez Arcila como por la senadora con licencia Mayuli Martínez Simón.
Ambos personajes políticos se dicen cercanos al gobernador Carlos Joaquín González. Y los dos acudieron a la Ciudad de México en días atrás para, por separado, presentarse como cartas a la elección interna para la candidatura a la gubernatura del estado por parte del PAN.
Lo que llamó la atención dentro de la dirigencia nacional del blanquiazul fue que ambos coincidieron -sin planearlo- en presentar una queja tenue, pero concisa, sobre el actuar del gobernador del estado, Carlos Joaquín González, en las pasadas elecciones.
Por ejemplo, la queja fue en las siguientes líneas: Se pudo hacer más. Hubo mucho freno. Debimos pelear Cozumel como peleamos Solidaridad; y el señalamiento más fuerte: “no se notó el apoyo oficial en la elección”.
Estas versiones, aunque tenues, no fueron tomadas a la ligera por la dirigencia a cargo de Marko Cortés. De hecho, se comenzó a documentar parte de esta inconformidad que existe dentro del panismo estatal y que no se hace público, porque se prefiere evitar una confrontación con el jefe del Ejecutivo estatal.
Sobre el segundo hecho, Marko Cortés ha sido alimentado con información sobre la relación que existe entre Carlos Joaquín González y Jorge Emilio González, mejor conocido como “El Niño Verde”.
Esto último no es nuevo. Desde el 2018 el CEN panista advirtió que la relación no era sana para el partido y sobre todo se comenzaba a sospechar la creación de una simbiosis que ahora ya es más cuestionada.
Y esa simbiosis es que el panismo en Quintana Roo, comienza a teñirse de guinda, aunque muchos no lo digan, aunque muchos lo nieguen. Y aunque a muchos les moleste que se dé a conocer. (Gerardo Reynoso)
2.- Sal, pimienta y jugó de limón
¿La lealtad sí tuvo fecha de caducidad y muy rápida?
En política en aquella de antes, la de oficio, formas y fondos, esa que ya queda en el anecdotario y en lo que contaban los de antes, la lealtad era algo que se ejercía, además se valoraba y demostraba de qué estaban hechas las personas, una lástima pasó de moda, y aunque hay algunos, muy pocos que todavía la tienen la gran mayoría la olvidó.
En el pasado reciente el polémico ex gobernador Roberto Borge decía “la lealtad no tiene fecha de caducidad” lo cual sus “allegados” olvidaron más pronto que rápido, y los que más cercanos y fieles se decían resultaron ser los primeros que cual Pedro negaron a su maestro, o sino pregúntenle a los Chanos, los Raymundos y demás tribus que refutaron a su creador.
El jueves pasado en la ciudad de México los integrantes de Morena se reunieron so pretexto de celebrar el tercer aniversario del triunfo en las urnas de su mesías “Pejehová”, entre divisiones, mentadas y demás a su líder Mario Delgado, una nutrida delegación de “morenos” quintanarroenses acudieron a dicho lugar.
Ediles, en funciones y electos, diputados federales electos, diputados locales acudieron al llamado, ahí en aquello de que una imagen dice más que mil palabras los otrora aguerridos y “leales” a Marybel Villegas Canché, los diputados locales Erika Castillo, Euterpe Gutiérrez y Edgar Gasca, otrora defensores a ultranza de la senadora morenista.
Muy sonrientes y a la orden de Mara Lezama Espinosa, edil de Benito Juárez y quien suena como la más fuerte carta de Morena para el 2022, lejos quedó esa lealtad de estos tres diputados, sobre todo de Erika Castillo quien en tribuna increpaba a Mara Lezama, y en redes criticaba y cuestionaba con todo a la edil, hoy en la foto haciendo los honores a su nueva jefa política.
Triste y lamentable ver que a esa “clase política” desechable que hoy circula en Morena la lealtad les dura un “tris”, unos cuantos días, sea como sea en su momento Villegas Canché les dio, apoyó y simularon creer en ella, hoy que los vientos van en otra dirección, camaleónicos estos parlamentarios se hicieron “maristas”.
Muy en cuenta debe de tomar la edil y posible gobernante, que el que traiciona una traiciona más veces, y Marybel claro está que además de ser una política complicada no se rodeó de los más leales y ahí saltan a la vista los resultados, que poquito les dura la lealtad.
El ‘Xis’ de ceviche.
Y bueno entre reelecciones y demás, ya varios están con sus indumentarias, guayaberas y justanes listos y almidonados para ir a la reelección e incluso a la gubernatura por 3 y 6 años respectivamente, sin embargo, los parásitos que cobraron como diputados y diputadas en la XV Legislatura aprobaron que so pretexto de homologar elecciones, los periodos para gobernar Quintana Roo en 2022 será por 5 años y el de diputados y diputadas locales por 2 años, esto para emparejarlos con las elecciones del 2027 del tipo federal, a ver qué otras sorpresas suceden en breve atentos estemos. (Joaquín Quiroz)
3.- Chile chilpetín tostado con ajo
Morena completa su “caballada” con Maribel; alistan lanzas en la casa de enfrente
Primero lo hizo el senador José Luis Pech Várguez, quien apenas terminaban de contar los votos en el Ieqroo de la elección para alcaldes y diputados federales, cuando ya se encontraba en un periplo estatal de medios (quien pega primero… ¿pega dos veces?) reiterando su interés de competir por su partido, Morena, por la silla grande del Palacio de Gobierno en Chetumal. Y para no llegar con las manos vacías, llevó a todos lados su ambicioso proyecto de recuperar las playas privatizadas, como atractiva carta de presentación.
Después vino Mara Lezama, quien en su entrega de constancia como ganadora de la Presidencia Municipal de Benito Juárez vivió lo que en política se llama “pre-destape”, cuando la cúpula morenista de Quintana Roo, legisladores y alcaldes tanto en funciones como electos, la arroparon y cerraron filas en torno a ella, concediéndole con ese aparente gesto solidario un entrelineado reconocimiento de que ella será la “buena” en el 2022. Y se repitió lo mismo esta semana en Ciudad de México, donde entre el chiflido de los cohetes y los tamborazos de los festejos por el tercer año de la “victoria del pueblo”, los invitados quintanarroenses volvieron a mandar, con fotos y ‘selfies’ con Mara, idéntica señal a quienes se preguntan por dónde va la jugada en el partido dominante.
Luis Alegre, a quien el nombramiento presidencial como representante personal de AMLO en todo lo que se refiere a las obras del Tren Maya en el estado le brindó una nueva bocanada de oxígeno volviéndolo a montar en el escenario, no ha perdido tampoco tiempo. Lo mismo se ha organizado para cumplir con esa encomienda prioritaria para el presidente, como para revisar y aportar ideas y apoyo a otros temas importantes para los quintanarroenses, como es la solución a los desquiciantes socavones en la Riviera Maya, la reactivación económica con el reciente arribo de cruceros tras la pandemia, la construcción del Parque Industrial y Recinto Fiscalizado en el sur, entre muchas tareas más en las que anda bastante movido para volver a estar -y mantenerse- en la jugada.
Faltaba nada más la senadora Marybel Villegas, aspirante permanente a cualquier cargo de elección popular que haya en Quintana Roo y del que se crea merecedora… pero ya apareció. Ya anda por ahí, levantando la mano y presentando de nuevo, con parches, raspones y enmendaduras, sus maltrechas pero aún activas cartas credenciales.
El propio santón morenista en la entidad, Rafael Marín Mollinedo, en recientes entrevistas a medios de comunicación la puso en esa cerradísima lista (luego de su atropellada participación en el proceso interno) de cuatro apuestas que el partido jugará para la sucesión de Carlos Joaquín el año entrante. Y ni tarda ni perezosa, comenzó a zanjar de nuevo su camino.
Camuflando su “destape” en la promoción de la consulta para enjuiciar a ex presidentes, Marybel Villegas arrancó precampaña en Chetumal, donde no sólo se presentó como aspirante a la gubernatura, sino que anticipó -adelantada, acelerada como es- que será la próxima gobernadora. Así en caliente, con sobrada seguridad y escasa prudencia, destapando de paso un ‘déjà vu’ que nos hizo remontar a cuando pregonaba, según que con la venia del presidente López Obrador, que sería la próxima presidenta municipal de Benito Juárez. Y bueno, ya sabemos cómo terminó esa fantasiosa historia.
Morena ya tiene “caballada” y está gorda e impetuosa.
No podemos asegurar que sean los únicos ni los definitivos competidores en el hándicap, pero sólo uno de ellos llegará a la meta. Algunos seguramente se desbarrancarán en la carrera, pero otros ayudarán sin duda al puntero a lograr el objetivo cuando vean que les saca uno o dos cuerpos de ventaja.
Mientras tanto, en el bloque opositor pero aún gobernante de PAN-PRD-PRI, que son los únicos que podrían hacer algo medianamente competitivo para impedirle llegar a Morena si se organizan bien, se desprenden de egos y envidias, y escogen al mejor candidato, parece que ya están trabajando en eso. Quieren y van a dar la pelea, con lo que puedan y les alcance.
Sin que sea una camisa de fuerza que el abanderado salga del PAN porque “llevan mano”, la alianza tiene que considerar con suma objetividad que además de la autoproclamada senadora Mayuli Martínez (un fiasco, que perdió todo en las pasadas elecciones) y el diputado Eduardo Martínez Arcila, que ya anda tocando puertas en CDMX, tienen un valioso activo en el PRD con Jesús Pool Moo, quien no hizo tan mal papel en la campaña por Benito Juárez. Por ahí algún bromista lanzó el nombre de Julián Ricalde, pero no es otra cosa que un mal chiste de humor negro y así hay que dejarlo.
Si bien forjó su trayectoria en el PRI, pero se ha sabido adaptar al trabajo político sin partidismos ni pasiones personales, tejiendo sólidas relaciones con todas las fuerzas de Quintana Roo, el secretario general de Gobierno, Arturo Contreras, puede ser otra valiosa carta, quizá una de las más fuertes, con las que la coalición “Va por Quintana Roo” puede competir para conservar la silla que dejará vacante Carlos Joaquín. Y no hay que descartar tampoco por el tricolor, porque también anda inquieto con la idea y hay que concederle operación y estructuras políticas de peso, al ex alcalde de Solidaridad, Filiberto Martínez.
La cosa se pone interesante por uno y otro lado. Faltan varios meses para que arranque oficialmente el proceso sucesorio a la gubernatura, pero seguro ya podemos ir armando quinielas con los nombres antes mencionados. De entre ellos saldrá el próximo gobernador, no quepa ninguna duda. (Jorge Castro Noriega)
4.- Jícama y rábanos en rodajas
Llega la hora de rendir cuentas
Varios de los alcaldes salientes que perdieron la reelección, e incluso alguno que obtuvo otro escaño pero le dirá adiós a su ayuntamiento, están sudando la gota gorda en estos momentos, puesto que los alcaldes electos ya advirtieron públicamente que emprenderán auditorías minuciosas, donde contabilizarán peso por peso lo gastado en cada ejercicio fiscal, y no está nada mal: ahí veremos quién ha sido un buen administrador público, además de un buen político (o regular, o francamente malo).
En ese tenor estamos hablando de, por ejemplo, Juan Carrillo Soberanis, actual presidente municipal de Isla Mujeres, quien ganó con muy buenos números el distrito por el que compitió para garantizar su curul en la próxima Legislatura federal en San Lázaro, pero por otra parte perdió su municipio con su gallo, Fernando “Chato” Bacelis; y aunque ya fue sometido a una auditoría y hasta el momento no ha sobresalido alguna irregularidad, la presidenta electa Atenea Gómez Ricalde ya manifestó que revisará las cuentas que deja hasta por debajo de las piedras.
En la misma situación se encuentra el municipio de Solidaridad, en donde pende sobre la administración de Laura Beristain, cual espada de Damocles, el aviso de Lilí Campos de que se llevará a cabo una auditoría extrema.
No es, en cambio, el caso de Felipe Carrillo Puerto, donde la alcaldesa electa Mary Hernández no se ha pronunciado al respecto, pues allí José Esquivel Vargas, “Chak Meex”, quien llegó a la silla abanderado por el PRD, se anticipó a la tormenta y optó por jugársela con Morena, por lo que se estaría salvando de “la voladora” a pesar de que no son pocos los ciudadanos que cuestionan sus manejos de las arcas municipales.
Tan apacible panorama no es compartido en José María Morelos ni en Lázaro Cárdenas, en donde la situación política está “candela” para Sofía Alcocer y Nivardo Mena, quienes tienen por delante duras batallas por enfrentar, donde seguramente habrá raspones y hasta chipotes con sangre.
Lo que es un hecho es que la contienda no ha terminado con la ratificación de los triunfos en las urnas; al contrario: esto apenas está comenzando, y recuerden que en la guerra de la política no hay muertos, sólo sobrevivientes y esos son los más peligrosos.
¡Nos leemos la próxima semana, amigo lector, nos vamos por un buen ceviche! (Joaquín Pacheco Cabrera)
5.- Toque de orégano y albahaca
Los premios de consolación, ¿necesarios?
El senador, José Luis Pech Várguez, apuntó una seria debilidad del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al que pertenece, y desde donde ya levantó la mano para participar en la compulsa para determinar quién contenderá por la gubernatura.
Y estamos a minutos de que den inicio las “hostilidades” inherentes al proceso interno, y se da por sentado que será duro, tanto en su forma abierta, como en el espacio de las ‘fake news’. Las patadas bajo la mesa, pues.
Como se sabe, hay “oficialmente” cuatro “tiradores”: Mara Lezama, Luis Alegre, Marybel Villegas y el propio senador.
Aunque podrían ser cinco.
Y decimos “oficialmente” de esos cuatro, puesto que fue el reconocido líder moral de Morena en Quintana Roo, Rafael Marín Mollinedo, quien se encargó de hacer pública esa lista, de la que se ha auto descartado de una forma que, por lo menos entre los políticos de la vieja guardia, se le debe ver como el “caballo negro”.
En fin, volviendo al tema. La carencia en comento se refiere a que los procesos internos de Morena son choques sin protección, saltos sin redes, confrontaciones campales.
Al término de esas batidas, los derrotados se van a su esquina a lamerse las heridas, sin que nadie les encuentre un espacio, sea en el servicio público o partidista, para mantenerse con dignidad dentro de ese instituto político.
Por eso nadie le levanta la mano a nadie.
Explica Pech Várguez que esa ausencia de “premios de consolación”, por llamarlos de alguna manera, acentúa el ambiente caótico en el que suelen desenvolverse los cuadros miembros de Morena.
Es lo que en el PRI se llamaba “disciplina” o institucionalidad.
Los participantes solían aceptar quedar en segundo o último lugar, porque había un “hermano mayor” que se ocupaba de brindarles un espacio para mantenerse dentro del espectro de esa fuerza política.
El “canibalismo político” de Morena es una herencia del PRD, donde se admitió y se alentó la creación de corrientes internas y un debate frontal, abierto y las más de las veces destinado a destrozar al adversario y no a los argumentos.
En Morena de Quintana Roo, la dirigencia que encabeza Humberto Aldana tiene frente a sí la oportunidad de generar un gran acuerdo, en concordancia con la dirigencia nacional, para que los participantes en el proceso interno acaben sumando a un proyecto en el que quepan todos.
O bien, también puede mantener la inercia actual para brindarle a los espectadores un circo romano de varias pistas.
No se trata de dar consejos, sino de reseñar una realidad y las razones por las que ocurre de esta u otra manera.
El Pilón
Ricardo Monreal, líder de los senadores, y Gabriel García, el ex jefazo de los súper delegados de Morena, se encuentran en una situación de marginalidad, que podría llevarlos en algún momento a decidirse por dejar a Morena, para el proceso de sucesión presidencial.p
El presidente AMLO se refirió a Monreal como “un traidor”, en una reunión de evaluación de los resultados electorales recientes, debido a la pérdida de la delegación Cuauhtémoc, y defenestró de su cargo a Gabriel García, debido también al desempeño de algunos súper delegados que trabajaron más para sus proyectos personales que para el de la “4T”.
Ambos, Monreal y García, son los principales padrinos de Marybel Villegas, de manera que la senadora no las tiene consigo de nuevo. Ese choque en las alturas va a dejar secuelas en Quintana Roo para lo que viene en el 2022. (Antonio Callejo)
6.- Aceite de oliva extra virgen
“Encuestitis” y las mujeres de Morena en el sur
¿Están en tiempo o ya van tarde en su posicionamiento en todo el estado las aspirantes al 2022?
La “encuestitis” se desató la semana que termina. Al menos dos encuestas vía telefónica y otras dos en Facebook fueron realizadas, enfocadas en las principales ciudades de la entidad y en segmentos de población específica para medir ya algunos nombres para la gubernatura 2022.
Quienes las encargaron tienen intención de impulsar a tal o cual candidata o candidato, se les llaman ‘push pulls’ y son consideradas las encuestas que pueden modificar el nivel de conocimiento.
Quienes aspiran a la gubernatura de Quintana Roo tienen escasos 8 meses para posicionarse en todo el estado. Con la elección de hace un mes la competencia se cerró a 5 nombres dentro de Morena y quizás 3 de otros partidos.
Las posibilidades reales quizás sean mucho menores para cualquier candidato o candidata que no sea de Morena. La competencia real es al interior de ese partido y allí las mujeres son las mejores rankeadas: Mara Lezama, Anahí González y Maribel Villegas.
Y el verdadero reto está en lograr niveles de conocimiento y aceptación en todo el estado, ya no se trata de ser popular o conocida en un solo municipio.
Este fin de semana Chetumal fue el centro de la grilla con la visita de la alcaldesa recién triunfadora en reelección Mara Lezama que acudió en viernes por la noche, fuera de horario de labores, a un encuentro con mujeres empresarias de todo el estado. Pero la senadora Marybel Villegas no se quedó atrás, con el tema excusa de la próxima consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes acudió a reunión con morenistas del sur.
Anahí González también es mencionada insistentemente como candidateable natural a la gubernatura porque reúne tres requisitos fundamentales: el ser fundadora de Morena, nació en Quintana Roo y ganó arrolladoramente la recién electa diputada federal por el Distrito 2, el de la zona sur de Quintana Roo.
Así que la presión sube ¿Estarán en tiempo? ¿O ya van tarde en la carrera para el 2022? ¿Estarán vigentes las viejas reglas no escritas de la política a la mexicana de arropar sólo a quien tenga la venia del altar mayor de acuerdo a la línea? ¿O en este país transformado será otro el modo lograr la candidatura de candidaturas ahora? (Indhira Carrillo)