Algunos ganaderos del estado de Veracruz, al este de México, conocen una forma de encontrar ganado barato: conducen a un lugar remoto en la frontera entre Chiapas y Guatemala para adquirir reses traídas ilegalmente desde el otro lado de la frontera. Más allá de contrabandistas e intermediarios, quienes manejan y permiten la existencia de este negocio se mantienen en la sombra.
Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).– Benemérito de las Américas es uno de los pueblos más remotos en la frontera entre México y Guatemala. Se ubica en la ribera del río Usumacinta, a cientos de kilómetros del centro urbano más cercano. El pueblo no tiene presencia de aduanas, ni un cruce fronterizo formal. Tiene una gasolinera, un supermercado, algunos restaurantes, un hotel para clientes que van de paso y mucho comercio informal.
Por el río pasan lanchas y “pangas” de madera para cruzar ganado y otras mercancías de Guatemala hacia puntos de acopio localizados en ranchos cercanos al pueblo. La cantidad de “panzonas” –tráilers cargados de ganado– paradas en el estacionamiento de la gasolinera y en las inmediaciones de la Asociación Ganadera, demuestran que el comercio de ganado es la principal actividad económica del lugar.
*Este es el segundo artículo de una serie investigativa compuesta de tres partes, que analiza cómo el ganado producido en Centroamérica se introduce de contrabando en México y es blanqueado de diversas maneras para luego ingresar a la cadena de suministro legal de alimentos. Lea la investigación completa aquí.
De hecho, Benemérito es el epicentro de un boyante negocio ilícito: el contrabando de miles de reses.
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Fuente: Sin Embargo